Hoy 22 de diciembre, es el sorteo de la lotería de Navidad.
El gran sorteo en el que todos pensamos en jugar o participar para ver si nos toca el gordo.
Este es el número que nos tenía con ilusión.
Sabemos desde hace muchos años que es muy difícil que nos toque pero de ilusiones también se vive.
Y nuestra ilusión de hoy, además de que nos tocara la lotería era comernos un bocadillo de calamares.
La lotería no nos ha tocado pero el bocadillo de calamares a la romana...
Hemos salido de los Belones a las 9.30 horas como siempre con una temperatura de 9 grados, sin viento y con sol. No notamos el frío o como dice el dicho" andando se quita el frío".
Bajamos por el camino de los agricultores junto a la rambla carrasquilla hasta llegar al pantano.
Giramos a la izquierda y llegamos hasta la casa de la vaquera y desde allí por el monte Roca, y junto a la carretera llegamos hasta el cruce entre los Nietos Playa y los Nietos Viejos.
Giramos a la izquierda y un poco después a la derecha para llegar a la plaza de la Pescadería.
Pasamos por el centro de la Plaza que la han hecho peatonal y llegamos al paseo marítimo.
Giramos a la izquierda para llegar a los cañizales que nos llevaran a la finca Lo Poyo.
Ahí en el paseo marítimo decidimos tomar la fruta que llevamos.
Hemos decidido que nos vamos a reír de un mosquito que pase. La lotería no nos toca pero lo que es el sentido del humor, ni el frío.
Teníamos la ilusión de hacer muchas cosas con el dinero del sorteo:
Comprar un solar, una caravana para irnos de viaje, poner una mesa en el solar para tomar los aperitivos después del senderismo, incluso una casa de madera. No os podéis imaginar las risas que esas ilusiones provocaban en nosotras.
Hemos pensado que menos mal que sí tenemos dinero para pagar el bocadillo de los calamares y la cervecita, ja ja. Y sobre todo , la salud que vamos a desear hoy a todo el mundo y lo que vamos a repetir nosotras, " que la salud nos acompañe , ya que no nos ha acompañado el gordo de la lotería ni la pedrea". Ja ja.
Entre risas e ilusiones nos adentramos en las cañaverales del arenal de Lo Poyo.
Y decidimos que vamos hacer " posturitas " para reírnos.
Nos divertimos con mirarnos.
Decidimos llegar hasta el lago salado .
Y seguir caminando un poco más hasta llegar al riachuelo. Bueno, lo del riachuelo es el nombre que le damos a una pequeña rambla que curiosamente, tiene un hilito de agua que baja del lago y que si no miras fijamente, posiblemente , no lo notes.
Y luego a la vuelta vemos que hay un pequeño cactus que alguien ha plantado.
No nos hace gracia pero lo respetamos.
Decidimos pensar en los hombres que nos están esperando en el bar de Jacinto para comer los calamares.
Esto también nos produce risa. Siempre decimos que los hombres no se vienen a caminar porque los aburrimos con nuestra parsimonia en el paseo pero que se apuntan a comer. Gracias chicos por acompañarnos aunque sea para comer.
Y como no podía ser de otra manera, hoy nos despedimos con el bocadillo de calamares que es el protagonista de hoy.
La ruta ha sido también de risa. Hemos bajado andando pero hemos subido en coche.
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